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En el mundo cotidiano, todos sabemos que la autoestima es supremamente importante. Por no decir vital
Generalmente, asumimos o entendemos que el concepto de
autoestima está referido a la valoración que una persona tiene de sí
misma. ¿Correcto?
Esta “Valoración” significa apreciar,
querer, reconocer la importancia, el valor, la valía de una persona, es decir,
de ti mismo/a.
Si queremos ser mas explícitos y reiterativos, la autoestima se resume en cuánto
y cómo nos amamos a nosotros mismos/as; nos respetamos, nos tomamos en
cuenta...
¡Ah!, muy importante: cómo y cuánto interés genuino sentimos
por auto-cuidamos, nuestra salud física y mental. ¡Aprovecha! y Auto-pregúntate. ¿La forma como
te cuidas refleja cuánto te quieres? ¡Seamos
sinceros!
Y para entrar en materia, algo que no podemos obviar, es que ese nivel de amor a si mismo/a se va formando desde que nacemos.
¡Sí, desde bebesitos!,
y puede irse convirtiendo con el tiempo
en un amor nutrido, fuerte o,-por el contrario- en un amor desnutrido, frágil y
débil.
En otras palabras, ese
amor propio, que define nuestra autoestima, se transforma en el tiempo, y puede
anclarse en alguno de dos niveles básicos de autoestima que son contrapuestos:
uno, la autoestima alta, catalogada como normal, positiva y fuerte.
Otro, el nivel contrapuesto
al indicado anteriormente: la autoestima baja, catalogada de negativa y débil.
Antes de introducirnos en el tema principal de este escrito,
debemos aclararte que esta clasificación va mucho más allá.
Los especialistas suelen subdividir los dos niveles: autoestima alta y baja, en otros sub-niveles o subcategorias más
específicas, a saber : la autoestima
alta/estable, la autoestima alta/ inestable, la autoestima baja/estable y
baja/inestable. ¿Ya habías leído sobre esto?
Nosotros, para efectos de este artículo, nos enfocaremos en
los dos niveles básicos de autoestima señalados arriba: alta y baja.
Además, si te apetece conocer algunos factores claves que influyen
en la formación de la autoestima y- ¡e impostantisimo!-, conocer algunos rasgos
de la personalidad que caracterizan a una persona con alta o baja autoestima, para
que deduzcas y descifres (si no lo sabes)
que tipo de autoestima posees, te invitamos a que sigas leyendo.
Saber esto puede
ayudarte a entender muchas situaciones de tu vida cotidiana que quizás no comprendas
y, al unísono, ayudarte a mejorar como persona, potenciando tus virtudes y
corrigiendo tus debilidades.
¿De acuerdo? Entonces… sigamos.
LA AUTOESTIMA NACE EN LA
FAMILIA, PRINCIPALMENTE
Como ya lo explicamos,
la autoestima es la valoración que una persona tiene de sí misma.
“Un adecuado nivel de autoestima es la base de la salud física, mental y espiritual”, así es de contundente sobre este tema el filosofo y educador, Antonio Pérez Esclarín, escritor de varios libros, entre ellos, Educar es enseñar a Amar.
En su libro Esclarín expresa que “el concepto que tenemos de nuestras
capacidades y potencialidasdes no se basa solo en nuestra forma de ser, sino
también en nuestras experiencias a lo largo de la vida”
“Lo que ha pasado, las relaciones que
hemos tenido con los demás (familia, amigos, profesores) las sensaciones que
hemos experimentado, todo influye en nuestro carácter y por tanto en la imagen
que tenemos de nosotros mismos”, explica Esclarín en un capítulo dedicado a los
padres titulado, Enseñar y aprender el amor.
“El amor es un arte y, como tal, una acción voluntaria que se
emprende y se aprende”.
Este pensamiento pertenece a Erich Fromm, y con la autoestima
pasa algo igual: se emprende y se aprende.
Si desde pequeños somos rechazados, si el entorno
comunicacional de la familia es más negativo que positivo; si solo aprendemos a
ver nuestros defectos y no virtudes; si aprendemos a vernos como seres débiles e inferiores. ¿Qué tipo de autoestima crees tú que desarrollaremos?
La respuesta es obvia: Baja e inestable.
“Mucha gente no sabe querer porque nadie le ha enseñado”,
afirma Esclarín. Y nosotros agregamos: Mucha gente no sabe quererse a sí misma
porque nadie le ha enseñado.
¡Más claro imposible! Tomen nota, padres y madres, agregamos.
RASGOS DE UNA PERSONA
CON BAJA AUTOESTIMA
Imaginamos que este no sea tu caso, pero si lo es, un paso
importante es hacerte consciente de ello para, sin miedo, iniciar cambios
paulatinos y mejorar nuestra autoestima.
A continuación te mencionaremos una lista de algunos rasgos
que el educador y filósofo Antonio Pérez Esclarín expone en el libro: Educar es
Enseñar a Amar:
Aquí vamos
1.- Una persona con baja autoestima es inseguro, desconfía
muy seguido de sus propias facultades y no quiere tomar decisiones por miedo a
equivocarse.
2.-Necesita mucho de la aprobación de los demás, porque vive
muchos complejos.
3.-Suele tener una imagen distorsionada de si, tanto en lo
que se refiere a rasgos físicos como de su valía personal o carácter.
4.-Todo le produce un sentimiento de inferioridad y timidez a
la hora de relacionarse.
5.-Le cuesta hacer
amigos nuevos.
6.-Esta pendiente del que dirán o pensando en eso siempre,
porque tiene un miedo excesivo al rechazo.
7.-Suele ser servil con sus jefes y tirano con los
dependientes en el trabajo.
8.-Se sienten deprimidas con cualquier error o frustración.
9.-Generalmente culpan a los demás de sus fracasos, victimizándose,
ya que tienen miedo de asumir la responsabilidad.
RASGOS DE UNA PERSONA CON ALTA AUTOESTIMA:
En el caso contrario,
alta autoestima, destacan algunos de los siguientes rasgos, que te detallamos:
Una persona con buena autoestima tiene las siguientes
cualidades, según Esclarin:
1.-Posee una visión realista y positiva de si misma, de sus
defectos y capacidades. Se acepta como es.
2.-Sabe reírse de sí misma y disfruta con ello. Con ello
relativiza la importancia de algunos sucesos negativos. Por ejemplo, si estoy
gordita o gordito.
3.-Es capaz de reconocer las cualidades de los demás y
reconocer sus cualidades y aguantar sus fallos.
4.-No utiliza expresiones negativas cuando se refiere a sí
mismo. Se auto perdona con facilidad.
5.-Muestra sus opiniones y sentimientos con libertad.
6.-Afronta nuevos retos y aunque le cuesta, nunca se detiene,
ni se queda quieto.
7.-Sabe aceptar las frustraciones.
8.-Se comunica con facilidad, hace preguntas sin miedo, le
gusta indagar y pide ayuda si lo requiere.
9.-Reconoce que no es experto en algunas cosas y lo dice sin
sentirse mal.
10.- No es envidioso. Utiliza el éxito de los demás como
inspiración y aplaude a otros sin problema.
Esperamos que este resumen de rasgos de la personalidad haya
sido de utilidad para ti. Te invitamos a
leerlos y auto-reflexionar.
Nos vemos pronto en nuestro próximo post. 🧡💖💖Bye Bye