By: Belkis Moreno IG@produsegval 2024
Vamos a ser sinceros.
Si hay algo que produce más miedo al ser humano es la posibilidad de
experimentar en carne viva la soledad.
De hecho, muchas decisiones
erradas que tomamos en nuestras vidas, como elegir una pareja no compactible
realmente con nosotros, o quedarnos atornillados en trabajos y/o relaciones con parejas toxicas, entre otras
muchas situaciones; esas decisiones vienen empujadas, sin frenos, por ese miedo
inconfesable, incluso vergonzoso, a quedarlos solos/las.
La soledad, en términos
generales, no tiene buena fama. Es mal vista por la sociedad, incluso suele ser considerada vergonzosa.
De hecho, en La RAE, Real
Academia Española, el termino Soledad se define con palabras como estas: Privación
o falta de compañía; carencia voluntaria o involuntaria; aislamiento,
incomunicación, desamparo, separación, destierro, entre otras palabras con
connotación negativa.
Desde el punto de vista
etimológico del origen de la palabra soledad, sucede a la inversa, porque tiene una connotación
positiva. Esto nos causó asombro.
Veamos, la palabra
soledad proviene del latín “solitas”, que alude a la cualidad de saber estar
solo. Y una cualidad es una fortaleza, connotación contraria a la idea general
que tenemos de la soledad como debilidad.
A continuación escudriñaremos el concepto de
soledad según los expertos; te mostraremos las modalidades o tipos diversos de
soledad, y como se puede superar el miedo a la soledad con ciertos hábitos o
prácticas que recomiendan los expertos ¿Crees que es posible hacerlo?
Quédate con nosotros y
sigue leyendo
QUÉ
ES LA SOLEDAD, FORMAS DIVERSAS EN QUE PUEDE HACERSE PRESENTE EN TU VIDA
¿Te has preguntado
alguna vez en la vida que es la soledad? Te has sentido solo/a en algún tiempo
de tu vida? ¿La idea de soledad te da
miedo? ¿Has sentido soledad, pero te da miedo reconocerlo?
De acuerdo a
publicaciones de la fundación Española ONCE de los investigadores Diez Nicolás
y Moreno Páez (2015), “la soledad es un fenómeno multidimensional, psicológico
y potencialmente estresante, que resulta de carencias afectivas, sociales o
físicas, que pueden ser reales o percibidas, y que tienen un impacto
diferencial sobre la salud psicológica y física”.
Por otro lado, Benjamín
Veschi, fundador de la página ww.Etimologia.com, señala, en uno de sus análisis,
que la soledad puede verse desde dos lugares que se contraponen.
Uno positivo, referido
a aquellas situaciones en las cuales la persona desea y disfruta de la soledad,
porque la ausencia de otros le permite sentir tranquilidad, reflexionar,
autoconocerse, sentir libertad.
Para Veschi, es el caso
de algunos artistas, escritores, cuyo aislamiento les permite inspirarse y
crear.
El otro lugar
contrapuesto, desde donde podemos mirar o vivir la soledad, es negativo, ya
que, según el creador de Etimologia.com, implica situaciones en las cuales nos
toca vivir una soledad que no queremos, que nos entristece, que nos asusta, que
no aceptamos y nos enferma.
“hay personas que viven
la soledad como el fin del mundo, mientras otras la consideran un alivio”,
sentencia Veschi.
Agrega, asimismo, que la
forma como se asuma la soledad depende de la personalidad, del carácter, de los
traumas de la experiencia de la vida.
“Además hay situaciones en las cuales es
inevitable sentirnos solos y tristes, como lo es cuando muere un ser querido o
cuando vivimos una ruptura de pareja, por ejemplo”
TIPOS DE SOLEDAD
Los seres humanos somos
seres vinculantes, nuestra naturaleza es
social. DE hecho, necesitamos de los
otros para poder desarrollar nuestras vidas, no existe la autonomía plena al
100%.
Necesitamos sentirnos
que pertenecemos a un grupo, a una comunidad; así somos.
Las anteriores aseveraciones
corresponden al investigador Alejandro Rocamora Bonilla, quien en una
conferencia titulada: vivir sanamente la soledad, en la Universidad de mayores
Experiencia Reciproca, 1919, hizo énfasis en los intríngulis que rodean a la
soledad, producto de sus múltiples manifestaciones diversas en que podemos
vivirla.
Para este investigador,
la soledad se puede entenderse de dos maneras: Estar solo, sin compañía, que
puede ser voluntario (me gusta la soledad) o no. Este tipo de soledad es más
circunstancial.
Y la otra es sentirse
solo, que no es buscado, y que se refiere a estar acompañado, pero sentir esa
incapacidad para comunicarse y compartir con otros, a su vez, sentir que los
otros no valoran nuestra presencia, sentimiento que nos agobia, pero frente al
cual no reaccionamos para superarlo.
La primera, estar solo,
voluntario o no, es la acepción más común de la soledad, según Rocamora.
Para este investigador,
la soledad muchas veces se traduce en un problema de comunicación, es decir, en
que no sabemos cómo comunicarnos con otros.
La más dura de las
soledades, afirma Rocamora, es la de
estar acompañado y sentirse solo/a.
Resumiendo, Rocamora, al
igual que otros investigadores,
considera que la soledad tiene una cara amable y una cara
dura.
En función de ello, hay
diversos tipos de soledad, que pasamos a
resumir a continuación.
Soledad madura: es
aquella que aceptamos así no nos guste, que tratamos de superarla, y hasta la aprovechamos para auto-reflexionar y
auto-conocernos.
Soledad toxica: Un tipo
de soledad que dificulta la existencia, y nos trae desesperación, crisis.
Soledad emocional: Es
la que sentimos aunque estemos acompañados, es un vacío emocional por falta de
conexión afectiva, sucede mucho en parejas toxicas.
Soledad Social: Es la
que experimentamos porque no tenemos amigos, porque no tenemos un grupo o
comunidad en donde nos sintamos integrados y valorados.
Soledad situacional: Es
aquella que vivimos durante un periodo de nuestras vidas.
Soledad Crónica: La
soledad que se prolonga en el tiempo.
Soledad objetiva: Falta
tangible de compañía.
Soledad Subjetiva: Es
la sensación de sentirse solo en un entorno donde estamos acompañados.
VIVIR
LA SOLEDAD SANAMENTE ¿ES POSIBLE?
Una vez visto los tipos
de soledad, traemos a colación esta crucial pregunta.
Según la información
por nosotros revisada, muchos estudiosos coinciden que si es muy posible, lo
que debemos es trabajar mentalmente y
entrenarnos para ello.
Para el especialista e investigador
Alejandro Rocamora Bonilla, la soledad “no es el fin del mundo”, no es un
cuadro psicopatológico netamente, es una dialéctica entre vinculación y soledad.
Hay momentos en que
queremos estar solos, debemos estarlo; otras
veces vivimos una soledad obligada por circunstancias; otras, estamos
acompañados y nos sentimos solos; en fin, una gran diversidad que, si sabemos
adaptarnos y nos preparamos, podemos surfear y seguir viviendo sin que la
soledad nos destruya, así lo interpreta este investigador.
Entonces ¿Que podemos
hacer para vivir la soledad de una forma más sana y no destructiva? Veamos algunas recomendaciones del español Alejandro
Rocamora Bonilla:
1.-
Conocerte lo máximo posible a sí mismo: La reflexión sobre sí
mismo, evaluando nuestras circunstancias,
lo que tenemos o no, nos ayuda a definir nuestros límites, y también nos abre
la visión para ver nuestras posibilidades.
¿Qué podemos hacer? ¿Cómo? ¿Qué Posibilidades tenemos de mejorar? Así nos hacemos consciente de que tan grave es nuestra soledad y que oportunidades
tenemos.
2.-
Definir el sentido de nuestra vida,
hacia donde queremos llegar:
No saber que queremos y hacia dónde vamos, nos provoca desasociego, lo
que nos hace daño, si estamos experimentando la soledad. Al descubrir nuestro sentido, despertamos la
voluntad de sentido, que es la fuerza que dirige al ser humano desde el
presente al futuro. Tambien aclaramos el panorama, esto nos da más seguridad y
nos facilita ver la soledad como algo transitorio, que podemos superar.
3.-Conectarse con grupos o redes sociales donde podamos interactuar,
recibir apoyo y ayuda:
Está demostrado que el
escaso apoyo social, la falta de interacciones vinculantes, puede enfermarnos,
debido al aislamiento. Una vez que tengas claridad en el propósito o sentido de
lo que deseas, puedes buscar conectarte con aquellos grupos que estén acorde a
tu sentido de vida. Buscar el sentido de vida o propósito, nos da seguridad y
fortaleza y aminora la sensación de soledad.
Por otro lado, para
finalizar, en la web www.humana.com,
encontramos unas recomendaciones sencillas que podrían ayudarnos a gestionar la
soledad de forma más sana.
Entre ellas: Cuéntale a
alguien (un amigo, tu médico, un/a coach, un sacerdote o miembro de alguna iglesia)
que te sucede, confiesa abiertamente y sin miedo que te sientes solo/a; también
mantente activo, ponte como reto el salir de casa, así sea a caminar; haz
ejercicio; ofrécete como voluntario de una causa que te parezca valiosa y te
guste.
Esperamos que este post
sea de tu ayuda, recuerda que mientras haya vida hay oportunidades.
Bye Bye
Hasta el próximo post
REFERENCIAS:
Humana.com: Como
Superar la soledad juntos. Agosto 2018. 02.
Cómo superar la soledad juntos Autor Humana.pdf
Rocamora Bonilla, Alejandro, Madrid 2019: Vivir sanamente la soledad, UNER, SOLEDAD LIBRO 3.pdf
Benjamín Veschi, 01/2019, en https://etimologia.com/soledad/