jueves, 8 de septiembre de 2022

3 FORMAS DE ESCUCHAR QUE DEBES DIFERENCIAR MUY BIEN: LA EVALUATIVA, LA MARGINAL Y LA ACTIVA.

 

By: Belkis Moreno     

Se cree que escuchar es más fácil que leer, escribir y hablar. Pero la realidad es totalmente distinta.

En la forma como nos educan, casi es un standard que se nos enseña a utilizar el lenguaje verbal y escrito,  pero que, ¡casi nunca!, se nos enseña a escuchar.

Bill Cates, consultor empresarial y escritor de importantes libros de ventas, como es: “Consiga más referidos. ¡Ahora mismo!, expresa en este libro un juicio contundente sobre el escuchar:

“Nunca se nos enseña a escuchar eficazmente a pesar del hecho que la mitad de la comunicación humana consiste en escuchar a otros. Lo máximo que oí decir a mis profesores en el colegio sobre escuchar fue: ¡Alumnos, escuchen!

Escuchar es una de las habilidades más importantes para el cultivo de relaciones positivas. 

De hecho, Wolfgang Castillo, coach de ventas venezolano  y vendedor, autor del libro: “Cómo llegar a ser el vendedor que soñé” afirma, que escuchar es un arte y que si quieres ser un buen vendedor, debes aprender no solo a  conversar, sino a escuchar.

Te invitamos a seguir leyendo. 

Te invitamos  a  conocer las tres formas de escuchar que solemos utilizar y a deducir, a través de las características de cada una, cuál es la tuya y cuál es la más acertada, según los expertos en el tema. ¿Vale? ¿Te sumas?

ESCUCHAR NO SE NACE, SE HACE.

¡Sí!, saber escuchar se hace.  Se hace en la medida que aprendemos a comunicarnos.

 En la medida en que nuestras estructuras mentales cognitivas maduran y se hacen aptas para construir /transmitir mensajes, a través de distintas formas de comunicarnos, ya sea verbal, escrita, no verbal.

Recuerda que la comunicación es un “continuo circular”  de elementos que interactúan permanentemente para obtener un resultado predefinido.  

En ese “continuo circular” intervienen  7 elementos; pero  hay  tres esenciales que fueron reconocidos por  el  propio Aristóteles.

Estos son: El que habla (emisor), el que escucha (El receptor) y el mensaje (el código de signos determinado).

Como puedes ver, el escuchar y el hacerlo de la mejor manera es vital para que la comunicación fluya.

No basta con que emitamos un mensaje, debemos saber escuchar la respuesta del receptor, porque en la medida que interpretemos bien, la conversación será más efectiva y fluida.  

Además, tal como lo afirma el consultor Bill Cates, Todo el mundo necesita ser escuchado.

Saber escuchar bien, para Cates, nos facilita aprender más sobre las otras personas; nos ayuda a desarrollar la empatía y también, nos da  asertividad para el manejo de conflictos y nos abre oportunidades.

DATOS QUE TE INTERESAN CONOCER:

Antes de describirte las características de cada una de las tres formas de escuchar, es importante que conozcas que escuchar y hacerlo bien, implica saber manejar las distracciones.

Estas distracciones, según Bill Cates, pueden ser externas, como ruidos, teléfonos repicando, una mujer hermosa caminando por una calle (¡O un hombre, porque no!), ver el celular mientras te hablan y un largo etcétera.

O Pueden ser internas, que son más difíciles de controlar, como  estar con actitud defensiva siempre, o estar preparando la repuesta mientras la otra persona habla, o estar pensando en lo que debes hacer etc.

Un dato muy interesante que Bill Cates aporta en su libro es que normalmente hablamos entre 100 y 120 palabras por minuto.

Lo curioso es que pensamos entre 400 y 500 palabras por minuto durante el mismo periodo de tiempo.  ¿Qué tal?

Para el consultor Bill Cates, “la forma como usted maneja ese tiempo libre en su cerebro determina la calidad de lo que escucha y en ultimas, la calidad de la relación que usted establece”.

TRES FORMAS DE ESCUCHAR QUE DEBEMOS SABER DIFERENCIAR

El autor norteamericano de 29 libros, doctor Tony Alessandra, PhD en Marketing, orador del Salón de la Fama en comunicación, llamado el gurú de la comunicación, ha dicho que escuchar de forma efectiva “es más una habilidad aprendida que una característica común”.

De igual manera, de acuerdo a sus investigaciones, Tony Alessandra  diferencia tres tipos de forma de escuchar que te describiremos a continuación.

¡Reiteramos!:

Esto,  para que reconozcas cuál es la que más tú usas, y conozcas cuál es la ideal.  ¿Vale?

Aquí te las presentamos:

(1  Escuchar de Forma Marginal:

Cuando escuchas de esta forma, presentas las siguientes características:

Estas preocupado con tus propios pensamientos y sentimientos.

Distraes a quien habla con manierismos nerviosos.

Transmites una actitud arrogante.

Malinterpretas mucho lo que te dicen.

Utilizas muchas muletillas Okey….Okey…..Ya va…Porque no sabes que contestar, ya que tus pensamientos han estado en otro lado y tratas de sincronizar.

Un ejemplo de escucha marginal:

Cliente: ¿Qué otro dato debo traer el día de la consulta?

Representante del servicio: Le repito, la consulta es para este jueves 8 am…

¿Te ha pasado?

Escuchar de forma evaluativa:

Según Tony Alessandra, esta es una forma de escuchar mejor que la marginal.  

Sus características son:

En vez de escuchar y entender lo que te dicen, categorizas y evalúas lo que te dicen.

Te concentras en preparar una respuesta.

Terminas las frases de quien te habla.

Te apresuras en las conversaciones.

Te distraes con las palabras cargadas de emoción.

Siempre tratas de emitir un juicio.

Un ejemplo:

Cliente: ¿Qué otro dato debo traer el día de la consulta?

Representante del servicio: Hoy ha sido un día muy agitado y tengo poco tiempo para repetirlo, por favor escuche bien…

Escuchar de forma activa:

Cómo su nombre lo indica, activa, esta es la mejor, la ideal.

Para el Dr. Tony Alessandra, escuchar de forma activa implica el deseo y el esfuerzo de nuestra parte por escuchar y entender lo que nos dicen.

Estas son algunas de sus principales características:

Te concentras en lo que las personas te dicen.

Escuchas pasivamente y controlas tus impulsos de completar las frases de quien de habla.

Escuchas tratando de ser empático, es decir, tratando de entender el punto de vista de tu interlocutor.

Das retroalimentación a quien te habla, demostrándole con tus comentarios que si estas escuchando.

Escuchas de forma focalizada, es decir, atento a los puntos claves.

Un ejemplo:

Cliente: ¿Qué otro dato debo traer el día de la consulta?

Representante del servicio: Con mucho gusto se los volveré a mencionar, Señor, si quiere puedo pasárselos por whatsApp para que no se le olvide ninguno. Estamos para servirle siempre, Señor. Son 7, estos son…

Hasta aquí este post. Un dato interesante de la forma Activa de escuchar es que, con tus respuestas le demuestras al interlocutor que tu sí le estas prestando atención, esto crea confianza y comodidad para las personas inmersas en una conversación.

¿Qué te ha parecido este post?

Bye Bye