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Aunque
parezca paradójico, Hablar mal de otro es muy sencillo. Esto se debe a que los
errores resaltan fácilmente.
Para la generalidad de los humanos, resulta más
fácil centrarse en los errores para juzgar y criticar. Mucho más fácil que
centrarse en las virtudes de la otra persona. (Virtudes que ciertos “críticos severos”
niegan)
Hablar mal del prójimo no es algo que debamos
tomarnos a la ligera. Quien habla mal reiteradamente de otro, también lo puede
hacer de ti. De hecho hablar mal a la espaldas
del prójimo, puede convertirse en un hábito compulsivo que podría acabar con
tus amistades e incluso con una familia. También podría dañar tu salud mental y
tu reputación. E incluso puede causar mucho daño emocional severo a la víctima.
¿Cómo
evitar caer en esto?
Descubrimos dos recomendaciones que nos parecen útiles para evitar
convertirnos en bocones compulsivos. Esto,porque recientemente vivimos la experiencia de hablar de mas y eso nos causo problemas.
La
primera recomendación,que nos pareció muy lógica y útil,es autoanalizarnos, para descubrir las razones que nos inducirían o indujeron a hablar mal de otro a sus
espaldas. ¿Por que lo hicimos? ¿Había necesidad?
Otra
recomendación- muy lógica- es evitar estrechar amistad con quien
tiene este mal habito.
Una cosa es que tú escuches a alguien muy
excepcionalmente hacer comentarios malos de otro, y otra cosa es que tú la escuches
hablar todo el tiempo mal de todo el mundo.
Aquí debes tener cuidado, porque este
tipo de conducta se pega rápidito y si tú escuchas a la otra persona hablando mal
de otra y lo apruebas, podrías ser cómplice de un mal proceder.
Como
Autoanalizarte para evitar caer en esto.
Ante
todo, tenemos que reconocer que nadie puede afirmar haber nunca hablado mal
de otro.
SI
alguna vez lo hiciste y te arrepentiste, estas a tiempo de prevenir que se repita,
aprendiendo a autoanalizarte. ¿Cómo hacerlo?
Según
la página www.pildorasdefe.net, cada vez que sientas el deseo de hablar mal de otra
persona, reflexiona, trata de corazón de auto-responderte las siguientes preguntas:
¿Lo que voy a decir, lo puedo afirmar sin problemas, delante de la
otra persona? SI o No. ¿Tienes Pruebas?
¿Cuál es el objetivo de lo que voy a decir? Que busco con ello? Lo
que busco es ético de verdad?
¿Ayudara en algo o beneficiara a mi prójimo lo que diga?
¿Si soy yo el que estuviese en la situación de la otra persona, como
me sentiría al saber lo que han dicho de mí?
Las respuestas a estas preguntas podrían matar ese impulso incontrolable de hablar de mas y llevarte a decisiones mas certeras.
Piénsalo. Hablar mal de otro y hacerlo reiteradamente, especialmente si es nuestro amigo
o si es un familiar, no es ético. Según los expertos, este habito no sirve para hacer que una persona cambie, por lo contrario, podría dañarla. Por eso..¡Cuidado!