Belkis Moreno, CNP 6290
De entrada te aclaramos que la palabra “sesgo” según la RAE,
proviene del verbo sesgar, que implica torcer una cosa hacia un lado.
Alude a la oblicuidad.
Imaginémonos que un pensamiento es una autopista y que hay un
sesgo, que estrecha el recorrido tanto que te lleva a un camino empedrado, sin
salida. Por supuesto, que tomaste este sesgo sin darte cuenta. No te diste cuenta
que había una salida, con un pequeño puente, que te abría el camino hacia otra
carretera que te llevaría a tu destino.
Un poco enredado. ¿No es verdad?
Pero así actúan los sesgos en nuestros pensamientos.
Los sesgos de pensamiento o sesgo cognitivo, según wikipedia,
son una especie de “efecto psicológico que produce una desviación en el
procesamiento de la información en nuestra mente, lo que nos puede llevar a una
interpretación errada de la realidad.”
Un sesgo cognitivo (los
hay de varios tipos) puede hacer que no veamos lo que realmente ocurre
frente a nuestros ojos, y que distorsionemos los hechos; que emitamos un juicio
apresurado, inexacto o muy subjetivo; que hagamos una interpretación exagerada
o muy “limitada” de la realidad.
En fin, un sesgo es un mecanismo que utiliza nuestra mente para facilitarnos,
entre comillas, las cosas, y está basado en esquemas que tenemos almacenados (creencias, paradigmas, estereotipos,
prejuicios cognitivos) y que tendemos a perpetuar en el tiempo.
Estos esquemas mentales que el psicólogo clínico Walter Riso
cataloga como esquemas erróneos, hacen que nos esforcemos casi nada, por
escudriñar y cuestionar los dictámenes de nuestra mente, sino que nos ciñamos, servilmente,
a nuestras creencias; sin dudar, sin verificar, si la interpretación que le
damos a la realidad está cerca o lejos de la verdad.
La mente humana es muy
conservadora y autoperpetua constantemente la información que tiene almacenada, esta condición natural, asegura
Walter Riso en su libro: Pensar bien,
sentirse bien, editorial Norma, 2004, hace que “lo que coincide con nuestras
expectativas lo dejamos pasar y lo recibimos con beneplácito, lo que es
incongruente con nuestras creencias o estereotipos lo ignoramos, lo
consideramos sospechoso, simplemente lo alteramos para que concuerde con
nuestras ideas preconcebidas”.
Este proceder mental, inconsciente hace que los
esquemas mentales (sesgos) que hemos guardado a través de nuestras experiencias
vivenciales, se conviertan para nosotros, en especies de “muros” que actúan
como verdades casi absolutas.
Cuando estamos frente a una realidad especifica, nuestra
psiquis activa de forma inconsciente uno
o varios sesgos, entonces nuestros razonamientos están atados a prejuicios cognitivos
que actúan como lineamientos que limitan
nuestra capacidad para interpretar la informaron que nos llega, emitiendo juicios
limitados y errados, porque no razonamos mas allá de lo que dictaminan nuestras
creencias y paradigmas.
Y muchas veces esas interpretaciones erradas de la realidad
pasan desapercibidas, y otras, nos causan
graves problemas.
Por ello, es importante- diríamos fundamental- explicarte no
solo el concepto de sesgo cognitivo, sino darte ejemplos de algunos de los tres
sesgos más importantes y cómo actúan, para reconocerlos y poder actuar sobre
ellos.
No esperes a que la
experiencia de la vida te sacuda,presta atención a lo
que te expondremos a continuación,porque este conocimiento es, de verdad,
transformador.
EJEMPLOS DE SESGOS DE
PENSAMIENTO O SESGOS COGNITIVOS:
Según los expertos, existen más de 200 sesgos. Incluso los
hay que se contraponen, como sucede con el sesgo optimista versus el pesimista.
Para esta ocasión, te ilustraremos sobre los tres sesgos más importantes
y comunes que tienen alta incidencia en nuestra psiquis,según lo plantea
el psicólogo clínico Walter Riso, quien es referencia en esta materia.
Hay que aclararte que los sesgos pueden presentarse de manera
combinada, varios a la vez.
Aquí vamos:
Sesgo de Atención:
No te ha pasado que compras un vehículo de un determinada modelo y
fabricante y a partir de esa compra, empiezas a ver por todos lados vehículos de
ese mismo modelo. Cosa que antes no te sucedía.
Pues así actúan los sesgos atencionales. Si una persona tiene la idea de que es
incompetente, su atención estará más orientada a detectar las fallas que los
aciertos.
Si tienes la idea de que tu pareja no te quiere, a partir del
reforzamiento de esa idea, empezaras a prestar más atención a destacar las
señales de rechazo y desamor, que de afecto positivo.
Aquí lo que ocurre es que atención trabaja al servicio de los
esquemas mentales que actúan como sesgos, entonces, nuestra mirada es de tipo túnel,
vemos solo aquello que ratifica la idea o creencia que esta posesionada en
nuestra mente.
Sesgo de memoria:
Sucede lo mismo que con el sesgo
atencional, recordamos más fácil y mejor aquello que concuerda con nuestros esquemas
o creencias almacenadas, así lo afirma el psicólogo clínico, Walter Riso.
Un ejemplo muy ilustrativo, es que si estoy convencido que
soy un fracasado, recordare más fácilmente situaciones donde he vivido fracasos
que situaciones de éxito. Si creo que mi
pareja es mentirosa, recordare más aquellos episodios donde me mintió que
aquellos donde fue sincero.
Sesgo perceptivo:
Este tipo de sesgo hace referencia a las interpretaciones irracionales, erróneas que muchas veces tenemos de los hechos. Este sesgo nos hace ver lo que no es. Nos hace sacar conclusiones precipitadas y erradas. Por ejemplo, creemos que porque somos pasados de peso, no tenemos las mismas oportunidades de ascender a mejores cargos en nuestro trabajo. Es decir, tenemos este tipo de estereotipo y ante cualquier reacción de nuestro jefe o compañero de trabajo, lo asumimos como un rechazo patente ocasionado por nuestro peso.
O cuando tenemos el
prejuicio de que si una persona es de cierta nacionalidad, es perezosa. Esto hace
que caigamos en la xenofobia, una forma de pensar peligrosa y altamente
discriminatoria, tipificada por las leyes de muchos países.
Esperamos que las descripciones de estos tres sesgos de
pensamiento o cognitivos te sirvan para animarte a ser proactivo en la revisión de tus paradigmas. Esto incrementa el auto-conocimiento.
Como te dijimos anteriormente, existen muchísimos sesgos
diversos que están impregnados de las formas equivocadas de procesar la información
de los sesgos atencionales, de memoria y perceptivos que ya describimos como
ejemplos.
La idea es que nos hagamos conscientes de cómo actúan los sesgos pensamiento y que
logremos racionalizar de forma razonable nuestras interpretaciones de
la realidad, sin apresurarnos, para que estas sean menos contaminadas y más
objetivas. ¿Vale?
Nos vemos en el próximo post.
Recuerda:
#PrevenirEsLaClave