Por Belkis Moreno.
La autoestima es como el
agua y el oxigeno en nuestro cuerpo. Si escasean, es riesgoso para nuestra vida. Se requiere de un nivel óptimo de cada uno, para
que el cuerpo funcione bien. ¡Y esto es sine quanon!
La autoestima también es un
tema del cual se habla mucho, se publica mucho en redes; pero quizás, pocas
veces, muy pocas, nos mueve a profundizar y responder preguntas cuyas respuestas
deberíamos tener claras en cierto momento de la vida.
¡Eso pensamos!
Por ejemplo….Para quienes
hemos tenido que visitar a un psicólogo alguna vez en la vida, por problemas de
diversa índole, quizás hemos quedado sorprendidos cuando nos enfrentamos a las
siguientes interrogantes:
¿Qué dicen de mi autoestima los
hechos que he vivido y cómo yo los he afrontado?
¿Tengo una autoestima
saludable que me ayuda a mis propósitos de verdad verdad? ¿O aparento tenerla?
¿Se ha debilitado mi
autoestima en los últimos años?
Para ayudarte a responder a estas interrogantes, a continuación te daremos información importante que esperamos leas con mucha atención.
¡Te invitamos a comprometerte!
El objetivo es ayudarte a
estar claro con respecto al concepto de autoestima, cómo se forma la autoestima
y cuáles son los componentes que la integran, porque…¡atención!... no nacemos
con tal o cual tipo de autoestima.
La autoestima no es heredada
ni viene impresa en nuestra genética, esto lo afirman la mayoría de los
especialistas, entre ellos el psicólogo argentino Bernardo Stamateas.
La autoestima no nace por
generación espontánea, se desarrolla en el tiempo.
QUE
ES LA AUTOESTIMA Y LOS 4 PILARES QUE LA CONFORMAN
La palabra autoestima viene
del latín “aestimare” que significa evaluar, tasar, valorar.
Pero… ¿evaluar qué?
El concepto de autoestima
hace referencia a cuanto nos queremos a nosotros mismos.
Si nos auto valoramos o, por el contrario, nos
auto rechazamos.
La autoestima es esa
percepción mental valorativa (positiva o negativa) que tenemos de nuestro ser,
de quienes somos, de nuestras capacidades, fortalezas, de esa confianza en
nosotros mismos de hasta dónde podemos llegar.
En términos sencillos,es la
auto-imagen mental que creamos de nosotros mismos.
Esa autoimagen implica
sentimientos, pensamientos, sensaciones, creencias, que hemos acumulado en la
memoria a través del tiempo, especialmente por la interacción con otras
personas (familia, amigos etcétera) y que nos llevar a hacernos una teoría de
nosotros mismos.
Una “teoría” que funciona
como un auto esquema que puede ser positivo o negativo.
Por ejemplo, si cuando
pequeños fuimos muy rechazados, quizás en nuestra memoria quedo la idea de que
somos torpes, fracasados.
Si por el contrario, fuimos bien
acogidos, y nuestros talentos fueron bien valorados, nuestra autoestima será
alta, con fe en nosotros mismos y nuestras capacidades.
¿Captas
la idea?
Definitivamente
nuestra autoestima es el resultado de una historia previa, tal como afirmo el
psicólogo Walter Riso.
LOS 4 PILARES DE LA
AUTOESTIMA:
Bueno…ya
tenemos una idea de lo que es la autoestima.
También
que la misma se forma progresivamente en nuestra memoria desde que nacemos.
Pero
a la hora de querer nosotros auto-conocernos con la intención de mejorar
nuestra autoestima (de seguro alguna vez en la vida quizás debamos hacerlo), lo
recomendable es conocer a detalle, no solo como se forma la autoestima, sino
cuáles son sus pilares o componentes que principales que la configuran.
Esto
para hacer un mejor acercamiento del tipo de autoestima que podemos detentar y
comprender mejor como influye ésta ( como causa de nuestras circunstancias) y cuál
debe ser el camino para mejorarla y equilibrar las cosas.
Además,
según el psicólogo clínico Walter Riso, del cual somos fieles seguidores, si
uno de estos componentes o pilares falla (los cuales están muy
interrelacionados),“será suficiente para que tu autoestima se muestre coja e
inestable”.
Por
eso, y por mucho más…aquí te presentamos los 4 pilares que configuran la
autoestima:
Veamos
uno a uno.
Numero
uno:
El Autoconcepto: ¿ Qué piensas de ti
mismo?
Como
es lógico pensar, el autoconcepto se refiere a que piensas de ti, al concepto
que tienes de tu persona.
Según el psicólogo clínico Walter Riso, así como te ves, así te tratas a ti mismo.
“Que te dices y como lo haces”, revela como de ves a ti mismo.
Si te consideras una persona valiosa, de seguro serás comprensivo y flexible a la
hora de evaluar tus actuaciones.
Pero
si te ves como una persona llena de defectos, incluso hasta fea, utilizarás una
mala autocritica, incluso serás cruel contigo, te acusaras de todo lo malo, te
compararas con otros constantemente, auto-castigándote y auto generándote estrés.
Caso
inverso, si, por el contrario, tu autoconcepto es positivo.
De seguro no serás cruel contigo mismo, serás comprensivo, no te impondrás metas inalcanzables, ni te autoexigiras hasta el cansancio.
¿ Se te parece o no a ti?
Tendrás paciencia y reconocerás tus derechos, así como reconocerás los de otros.
Te permitirás comerte tu barquilla preferida
sin sentirte culpable o te vestirás bien sin sentirte vanidoso y
superficial.
¿Captas
las diferencias?
Numero
dos:
La autoimagen:
La
autoimagen está referida al Auto-juicio estético que impera en nuestro interior
y que responde al patrón ideal de belleza que comparte cada uno de nosotros.
El
patrón ideal de belleza lo aprendemos a través de nuestras experiencias
personales y sociales del entorno inmediato en que crecimos.
Si
crecimos en un entorno en donde no formábamos parte del club exclusivo de los más
guapos, entonces, quizás, nuestra autoimagen será negativa o “algo” negativa en
cuando a nuestros atributos físicos.
¡El
famoso Patito Feo no es solo ficción¡ escribió en uno de sus libros, el
psicólogo Walter Riso.
En
cambio, si tu experiencia con tu entorno más inmediato fue de aceptación, sin
tanta disparidad entre lo lindo y lo feo, el peso de la comparación para ti
será más pasable y saludable, sin obsesiones.
Lo
ideal es que nuestra autoimagen sea lo más equilibrada posible.
Equilibrio
significa no poseer un criterio de perfección física obsesivo, irreal,
inalcanzable, que nos perturbe nuestra tranquilidad.
Equilibrio
es tener tu propio criterio de lo bello o lo estético, sin sentirte acosado por
los demás.
Equilibrio
es destacar, sin pena, las cosas que te gustan de ti y no magnificar las que no
te gustan, sin fijaciones mentales que te hagan sentir mal.
Tercero:
Autorrefuerzo:
Este
componente implica una pregunta clave: ¿Qué tanto te premias y te das gusto?
Como
es lógico, si nunca te das gusto, si no te dedicas tiempo para ti, si no te
expresas afecto, tu autoestima es insuficiente.
¿Vives
para trabajar?
¿Te
sientes culpable porque te tomas un tiempo para descansar?
Conocimos
un caso de una abuela que iba a la casa de su hijo, donde estaban, por supuesto,
sus nietos, y se quejaba porque sentía que “estoy perdiendo el tiempo”, ya que pertenecía
a una religión y se sentía culpable de robarle tiempo a la predicación.
Muchas
veces la carencia de autorreconocimiento nos lleva a caer en una dislexia
emocional, con la cual perdemos la capacidad de sentir la vida, en el amplio
sentido de la palabra. Cuidado con esto.
Cuarto:
AutoEficacia:
El
ultimo pilar o componente de la autoestima: la autoeficacia.
Los
retos y desafíos son el alimento del cual se nutre el autoconcepto y le dan
sentido a la vida.
La
convicción y la confianza de que es posible alcanzar los resultados que
esperamos, que si podemos lograrlo, es lo que se denomina autoeficacia.
Por
lógica, si te sientes incapaz, si
te dejas vencer por el miedo, si no
crees en ti mismo, tus retos personales serán pobres, evitaras enfrentar los
problemas y, por ende, tu autoeficacia será pobre también.
Algo
importante es que si tu autoeficacia es baja, los fracasos estarán más
disponibles en tu memoria que los éxitos, así lo afirma el psicólogo clínico,
Walter Riso.
Tus
evocaciones serán más negativas que positivas y esto te predispondrá para
cometer más errores o fracasar.
Para
finalizar, te exhortamos a ponerte a prueba y arriesgarte a asumir retos, solo así
sentirás que tu autoeficacia puede crecer. ¡Eso sí, sin correr peligro!
Esperamos
que este post haya sido de utilidad para ti. Para amarte a ti mismo debes autoconocerte y
descubrir tus fortalezas y debilidades para equilibrar la balanza y gozar de un
equilibrio que sea sano. ¡Okey…!