miércoles, 4 de septiembre de 2024

La soledad: Qué es, tipos de soledad y recomendaciones para vivirla sanamente. ¿Es posible hacerlo?

                                   

By: Belkis Moreno   IG@produsegval   2024

Vamos a ser sinceros. Si hay algo que produce más miedo al ser humano es la posibilidad de experimentar en carne viva la soledad. 

De hecho, muchas decisiones erradas que tomamos en nuestras vidas, como elegir una pareja no compactible realmente con nosotros, o quedarnos atornillados en trabajos y/o  relaciones con parejas toxicas, entre otras muchas situaciones; esas decisiones vienen empujadas, sin frenos, por ese miedo inconfesable, incluso vergonzoso, a quedarlos solos/las.

La soledad, en términos generales, no tiene buena fama.  Es mal  vista por la sociedad, incluso suele ser considerada vergonzosa.

De hecho, en La RAE, Real Academia Española, el termino Soledad se define con palabras como estas: Privación o falta de compañía; carencia voluntaria o involuntaria; aislamiento, incomunicación, desamparo, separación, destierro, entre otras palabras con connotación negativa.

Desde el punto de vista etimológico del origen de la palabra soledad, sucede  a la inversa, porque tiene una connotación positiva. Esto nos causó asombro.

Veamos, la palabra soledad proviene del latín “solitas”, que alude a la cualidad de saber estar solo. Y una cualidad es una fortaleza, connotación contraria a la idea general que tenemos de la soledad como debilidad.

A  continuación escudriñaremos el concepto de soledad según los expertos; te mostraremos las modalidades o tipos diversos de soledad, y como se puede superar el miedo a la soledad con ciertos hábitos o prácticas que recomiendan los expertos ¿Crees que es posible hacerlo?

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QUÉ ES LA SOLEDAD, FORMAS DIVERSAS EN QUE PUEDE HACERSE PRESENTE EN TU VIDA

¿Te has preguntado alguna vez en la vida que es la soledad? Te has sentido solo/a en algún tiempo de tu vida?  ¿La idea de soledad te da miedo? ¿Has sentido soledad, pero te da miedo reconocerlo?

De acuerdo a publicaciones de la fundación Española ONCE de los investigadores Diez Nicolás y Moreno Páez (2015), “la soledad es un fenómeno multidimensional, psicológico y potencialmente estresante, que resulta de carencias afectivas, sociales o físicas, que pueden ser reales o percibidas, y que tienen un impacto diferencial sobre la salud psicológica y física”.

Por otro lado, Benjamín Veschi, fundador de la página ww.Etimologia.com, señala, en uno de sus análisis, que la soledad puede verse desde dos lugares que se contraponen.

Uno positivo, referido a aquellas situaciones en las cuales la persona desea y disfruta de la soledad, porque la ausencia de otros le permite sentir tranquilidad, reflexionar, autoconocerse, sentir libertad.

Para Veschi, es el caso de algunos artistas, escritores, cuyo aislamiento les permite inspirarse y crear.

El otro lugar contrapuesto, desde donde podemos mirar o vivir la soledad, es negativo, ya que, según el creador de Etimologia.com, implica situaciones en las cuales nos toca vivir una soledad que no queremos, que nos entristece, que nos asusta, que no aceptamos y nos enferma.

“hay personas que viven la soledad como el fin del mundo, mientras otras la consideran un alivio”, sentencia Veschi.

Agrega, asimismo, que la forma como se asuma la soledad depende de la personalidad, del carácter, de los traumas de la experiencia de la vida.

 “Además hay situaciones en las cuales es inevitable sentirnos solos y tristes, como lo es cuando muere un ser querido o cuando vivimos una ruptura de pareja, por ejemplo”

                                  TIPOS DE SOLEDAD

Los seres humanos somos seres vinculantes, nuestra  naturaleza es social.  DE hecho, necesitamos de los otros para poder desarrollar nuestras vidas, no existe la autonomía plena al 100%.  

Necesitamos sentirnos que pertenecemos a un grupo, a una comunidad; así somos.

Las anteriores aseveraciones corresponden al investigador Alejandro Rocamora Bonilla, quien en una conferencia titulada: vivir sanamente la soledad, en la Universidad de mayores Experiencia Reciproca, 1919, hizo énfasis en los intríngulis que rodean a la soledad, producto de sus múltiples manifestaciones diversas en que podemos vivirla.

Para este investigador, la soledad se puede entenderse de dos maneras: Estar solo, sin compañía, que puede ser voluntario (me gusta la soledad) o no. Este tipo de soledad es más circunstancial.

Y la otra es sentirse solo, que no es buscado, y que se refiere a estar acompañado, pero sentir esa incapacidad para comunicarse y compartir con otros, a su vez, sentir que los otros no valoran nuestra presencia, sentimiento que nos agobia, pero frente al cual no reaccionamos para superarlo.

La primera, estar solo, voluntario o no, es la acepción más común de la soledad, según Rocamora.

Para este investigador, la soledad muchas veces se traduce en un problema de comunicación, es decir, en que no sabemos cómo comunicarnos con otros.

La más dura de las soledades, afirma Rocamora, es  la de estar acompañado y  sentirse solo/a.

Resumiendo, Rocamora, al igual que  otros investigadores, considera   que la soledad tiene una cara amable y una cara dura. 

En función de ello, hay diversos tipos de soledad, que pasamos a  resumir a continuación. 

Soledad madura: es aquella que aceptamos así no nos guste, que tratamos de superarla, y  hasta la aprovechamos para auto-reflexionar y auto-conocernos.

Soledad toxica: Un tipo de soledad que dificulta la existencia, y nos trae desesperación, crisis.

Soledad emocional: Es la que sentimos aunque estemos acompañados, es un vacío emocional por falta de conexión afectiva, sucede mucho en parejas toxicas.

Soledad Social: Es la que experimentamos porque no tenemos amigos, porque no tenemos un grupo o comunidad en donde nos sintamos integrados y valorados.

Soledad situacional: Es aquella que vivimos durante un periodo de nuestras vidas.

Soledad Crónica: La soledad que se prolonga en el tiempo.

Soledad objetiva: Falta tangible de compañía.

Soledad Subjetiva: Es la sensación de sentirse solo en un entorno donde estamos acompañados.

VIVIR LA SOLEDAD SANAMENTE ¿ES POSIBLE?

Una vez visto los tipos de soledad, traemos a colación esta crucial pregunta.

Según la información por nosotros revisada, muchos estudiosos coinciden que si es muy posible, lo que debemos es trabajar  mentalmente y entrenarnos para ello. 

Para el especialista e investigador Alejandro Rocamora Bonilla, la soledad “no es el fin del mundo”, no es un cuadro psicopatológico netamente, es una dialéctica entre  vinculación y soledad.  

Hay momentos en que queremos estar solos, debemos estarlo; otras  veces vivimos una soledad obligada por circunstancias; otras, estamos acompañados y nos sentimos solos; en fin, una gran diversidad que, si sabemos adaptarnos y nos preparamos, podemos surfear y seguir viviendo sin que la soledad nos destruya, así lo interpreta este investigador.

Entonces ¿Que podemos hacer para vivir la soledad de una forma más sana y no destructiva?  Veamos algunas recomendaciones del español Alejandro Rocamora Bonilla:

1.- Conocerte lo máximo posible a sí mismo: La reflexión sobre sí mismo, evaluando  nuestras circunstancias, lo que tenemos o no, nos ayuda a definir nuestros límites, y también nos abre la visión para ver nuestras posibilidades.  ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo? ¿Qué Posibilidades tenemos de mejorar?  Así nos hacemos consciente de que  tan grave es nuestra soledad y que oportunidades tenemos.

2.-  Definir el sentido de nuestra vida, hacia donde queremos llegar:  No saber que queremos y hacia dónde vamos, nos provoca desasociego, lo que nos hace daño, si estamos experimentando la soledad.  Al descubrir nuestro sentido, despertamos la voluntad de sentido, que es la fuerza que dirige al ser humano desde el presente al futuro. Tambien aclaramos el panorama, esto nos da más seguridad y nos facilita ver la soledad como algo transitorio, que podemos superar.

3.-Conectarse con grupos o redes sociales donde podamos interactuar, recibir apoyo y ayuda:

Está demostrado que el escaso apoyo social, la falta de interacciones vinculantes, puede enfermarnos, debido al aislamiento. Una vez que tengas claridad en el propósito o sentido de lo que deseas, puedes buscar conectarte con aquellos grupos que estén acorde a tu sentido de vida. Buscar el sentido de vida o propósito, nos da seguridad y fortaleza y aminora la sensación de soledad.

Por otro lado, para finalizar, en la web www.humana.com, encontramos unas recomendaciones sencillas que podrían ayudarnos a gestionar la soledad de forma más sana.

Entre ellas: Cuéntale a alguien (un amigo, tu médico, un/a coach, un sacerdote o miembro de alguna iglesia) que te sucede, confiesa abiertamente y sin miedo que te sientes solo/a; también mantente activo, ponte como reto el salir de casa, así sea a caminar; haz ejercicio; ofrécete como voluntario de una causa que te parezca valiosa y te guste.

Esperamos que este post sea de tu ayuda, recuerda que mientras haya vida hay oportunidades.

Bye Bye

Hasta el próximo post  

 REFERENCIAS:

Humana.com: Como Superar la soledad juntos. Agosto 2018. 02. Cómo superar la soledad juntos Autor Humana.pdf

Rocamora Bonilla, Alejandro, Madrid 2019: Vivir sanamente la soledad, UNER, SOLEDAD LIBRO 3.pdf     

Benjamín Veschi, 01/2019, en https://etimologia.com/soledad/