Perdonar es un término muy antiguo que se remonta a más de 2000
años. Para el escritor y maestro espiritual, Eckhark Tolle, la mayoría de las
personas tienen una visión muy limitada de lo que realmente significa perdonar.
La razón principal de
esto, es que desde pequeños nos hablan del perdón; lo leemos en la Santa Biblia (Jesús dijo: “Antes de entrar al templo,
perdonen), lo escuchamos de boca de
nuestros padres y abuelos; pero nunca no lo enseñaron ni lo aprendimos de
verdad.
El perdón cuando niños siempre fue un tema que solo se mencionaba en reuniones familiares, y
con solo hacer alusión a este, creíamos que estaba listo y ya.
Saber perdonar es tan importante como saber amar y saber perder.
En el caso del amor es obvio, ya que sin amor, no sobreviviríamos a este mundo. En el caso de perder, sucede casi igual que con el perdón; nos cuesta mucho aprenderlo. Pareciera que es algo antinatural y por eso no lo comprendemos. Debemos comprender que perdonar se asocia con la idea de perder, por eso lo rechazamos, además aquí interviene un factor cultural que te iremos explicando.
Las personas que no saben perder y por ende, no saben perdonar, generalmente son inflexibles con ellas mismas y desarrollan muy poca tolerancia a la frustración.
Esto hace que les cueste
mucho sobreponerse a los errores. No importa la magnitud del error, simplemente
les causa un gran malestar y listo.
Lamentablemente la sociedad nos ha educado casi, exclusivamente, para ganar, así lo señala el psiquiatra brasilero Augusto Cury.
"Nos educan para obtener el éxito, pero la
sociedad no nos “perdona” perder, afirma Cury.
Aquí encontraras una explicación de orden psicosocial del porqué nos
cuesta aprender a perdonar y a perder, aportada por el psiquiatra Cury.
“Culturalmente, el
afán del éxito, nos arropa de un espíritu competitivo que se nutre de un ego
arrogante, que nos hace renuentes al perdón y a perder”
Y aquí otra explicación de un coach empresarial:
Ser unos gladiadores del éxito, tal como lo define el
consultor empresarial Mario Borghino, genera que en nosotros crezca más el
espíritu de competencia que el de
cooperación. Que vivamos sumergidos en un sentido defensivo de la vida, siempre
alertas a que nos ataquen y a atacar. Que la arrogancia crezca y que el valor
de la humildad sea un desconocido. Y la
humildad es el camino a perdonar.-
Pero…¿Qué implica realmente perdonar y cuáles son sus
ventajas?
Vamos a introducirnos
más en el concepto de perdón y allí percibirás
las ventajas que conlleva el perdón:
Para el escritor canadiense del betseller “El Poder del Ahora”, Erick Tolle, el perdón es abandonar la queja y dejar ir la tristeza.
Ya aquí vemos una ventaja, porque el perdón nos aleja del sufrimiento
inútil.
El perdón conlleva a la aceptación de lo que no creíamos nunca vivir. Aceptación no es resignación.
Para Tolle el perdón es no ofrecer resistencia hacia aquello que no es como usted quiere.
No ofrecer resistencia significa agachar la frente y aceptar lo que paso. Y
listo.
Perdonar, según la mayoría de los estudiosos del tema, es
lo contrario al odio, al rencor, a la venganza.
Para Tolle, el perdón surge naturalmente, una vez nos damos
cuenta que el odio y la queja nos trae un sufrimiento que no tiene ningún
propósito útil, sino el fortalecer un falso sentido de sí mismo.
Perdonar es
negarse a que el resentimiento siga echando raíces y nos genere malestar
emocional y, probablemente, una enfermedad.
El perdón es
transformar el sufrimiento en paz. No es
resignación, es negarnos a sufrir inútilmente.
Pasos para perdonar y condiciones
para que el perdón se de:
El perdón es bienestar. Pero ¿Cuáles son los pasos para
perdonar y el perdón requiere de ciertos condiciones o no?
Estas preguntas son muy bien respondidas por el doctor en
psicología, Walter Riso, conocido mundialmente por sus libros dedicados, en su
mayoría, a la defensa de la dignidad en el amor.
Antes de mostrarte los pasos para perdonar- que si los hay- te resumiremos un dossier de requisitos o condiciones para que se dé
efectivamente el perdón, publicados por Walter Riso.
¡Aquí los más importantes!, Toma nota.
Solamente la persona ofendida tiene derecho a perdonar,
perdonar es el privilegio de la víctima. ¿Lo sabías?
El perdón es algo personal, individual. No se perdona en
grupo.
El perdón no se da por generación espontanea de forma
automática. El perdón requiere tiempo. La duración nadie lo sabe, depende de la
profundidad del daño y de muchos factores colaterales.
El perdón que llega muy fácil es sospechoso.
El perdón solo se justifica si hay odio. “Si no hay, no hay necesidad de perdonar”, en
esto es muy enfático Walter Riso.
¿Debe arrepentirse el ofensor para que haya perdón? No, necesariamente. El perdón es un acto individual que nace de
la víctima, quien lidera el perdón, quien desea lograr la paz, dejar atrás el
odio y reconstruir su vida.
El principal beneficiado del perdón es la víctima y su
entorno. Perdonar es romper con el dolor inútil, con el bucle de pensamientos
pasados que no construyen nada positivo, tal como lo manifiesta reiteradamente
en sus escritos Walter Riso.
¡Y ahora si! Aquí los pasos
para perdonar
Como en todo proceso, siempre hay fases, etapas, para que el proceso se produzca. Nada se da por generación espontanea.
El doctor en psicología Walter Riso, dibuja estos pasos como “caminos” para el perdón y
los describe así:
Camino 1: Debemos estar muy conscientes de verdad sobre qué
tipo de emoción sentimos. Desde la mente
y el corazón. Debemos ser sinceros con
nosotros mismos. ¿Es odio?
¿Venganza? ¿Resentimiento?
Camino 2: Debo vivir la aceptación de lo ocurrido. Debo dejar
de seguir divagando con preguntas tipo bucle, ¿Por qué a mí?,¿ Por qué yo?, y
aceptar que ocurrió, si quiero ser resiliente y superarlo. De lo contrario, no
se dará.
Camino 3: Debo profundizar en la no resistencia y hacer
consciente la aceptación de lo que me paso, para liberar del dolor. Es aquí cuando se inicia el perdón de verdad.
!No es fácil, pero no imposible¡
Por último, recuerda que el perdón es un regalo que me hago así mismo/a, tal como lo califica Walter Riso.
Es prácticamente una herramienta para
mejorar mi estado emocional, la cual requiere de valentía y mucha humildad.
El perdón es demostración de que me amo y priorizo mi
necesidad de paz, nunca olvides esto. ¡Repítelo si deseas todos los días!
¿Estás dispuesto a perdonar
y lograr tu bienestar? Piensa en
lo que acabas de leer y concientízalo para tu beneficio.
Te esperamos en el próximo post preventivo.
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