jueves, 7 de julio de 2016

LAS COLAS PARA COMPRAR COMIDA EN VENEZUELA Y SUS NEGATIVAS CONSECUENCIAS ...TIPS PREVENTIVOS


    Foto: PRODUSEG       Belkis Moreno 
 Mucho se ha escrito y se habla de las  interminables colas  para comprar productos básicos regulados en Venezuela.                 
        
  Al principio se pensó que las colas eran un fenómeno social que iba a durar poco, transitorio.  

 No  obstante, la creciente escasez de productos alimenticios regulados, unido a la acelerada inflación y la consecuente disminución del poder adquisitivo del consumidor; agravado por políticas económicas ineficaces que no han subsanado las causas del problema; unido al  surgimiento de mercados negros de productos regulados que entronizaron  el  ilegal fenómeno   del "bachaquerismo"; todos estos elementos arriba señalados, le han dado  combustible  a las hasta ahora aparentes "sempiternas  colas", las cuales  han  creciendo exponencialmente, para dibujar un paisaje  socio-económico  nada alentador para el país. 

¿A estas alturas del 2016, las colas como están? 
Muy a nuestro pesar, las colas  son imágenes tradicionales  ya muy  recurrentes en las ciudades y presentes hasta en muy pequeñas localidades de Venezuela. 

Es casi ya típico verlas por doquier, cuando te desplazas muy temprano en la madrugada o tarde de la noche.

Incluso verlas muy nutridas de adultos mayores, discapacitados y hasta niños; población vulnerable, quienes junto a  mujeres,  hombres, jóvenes o mayores- sin faltar los famosos bachaqueros- forman un universo de población que obcecadamente acude desde  muy de madrugada a los supermercados e incluso, dada el factor recurrente-  las colas  ya tienen establecida una logística vernácula   para pernoctar, subsistir  y dominar territorios. 

A este panorama, ya de por si grave, se anexan las colas para comprar medicinas; cuyo déficit, según la Cámara Nacional de Farmacias, ronda casi un 80%. También colas para comprar repuestos de vehículos y cauchos, entre una lista de   productos de imperiosa necesidad  que simplemente  escasean. 

De acuerdo a  Datanàlisis, para abril del 2016, solo  en Caracas, la escasez de productos básicos rondaba el  82% en los supermercados (de 10 productos, solo 8 se consiguen ) siendo este porcentaje menor en los hogares ( 42%), ya que muchos consumidores, según DATANALISIS,por no poder acceder a la compra de productos en centros de expendios, echan mano a los bachaqueros, quienes como una especie de mano negra tienen agarrado al  país. 

¿Las consecuencias?  Por supuesto negativas. El fenómeno social de las colas lamentablemente ha durado mucho tiempo y ha traído, en paralelo, varias consecuencias, algunas  mas visibles que otras,  que queremos dejar plasmada en una infografìa sencilla, que  presentamos en este post.  

Entre las consecuencias, para resumir, están el fomento del descontento ciudadano, la rabia, violencia;  lo que se traduce en mayor desconfianza ciudadana a las instituciones y autoridades; la proliferación de una alimentación deficiente por la dificultad para acceder a la compra y la escasez;  la profundización de practicas anti-derechos humanos, como es la exclusión; la proliferación de malos tratos; el incremento de la ansiedad en las personas; apertura de oportunidades para el delito; entre otras, que implican, en mayor o menor medida, la violación del derecho humano a la vida, al libre crecimiento y a la subsistencia de los ciudadanos. 

Para finalizar esta reflexión, recordamos lo que escribió el periodista Daniel Pardo de  BBC Mundo en el 2015, sobre la escasez y las colas:  "La escasez y las colas son de esos fenómenos macondianos de Venezuela que no se entiende sino hasta que lo ves".

¿El deber ser?  Eliminarlas, eliminando sus causas para restablecer el equilibrio, por esto abogamos. 
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