jueves, 12 de junio de 2025

TIPOS DE HAMBRES QUE NECESITAMOS SATISFACER, MAS ALLA DE LO BASICO: COMIDA, ROPA, VIVIENDA

Por Belkis Moreno  IG@produsegval                  

 No solo de comida vive el hombre, así lo deja entrever Roberto Shinyashiki, médico psiquiatra brasilero, autor de emblemáticos libros de salud mental; destacando en sus investigaciones, que no solo sentimos hambre de alimento, ropa y vivienda (lo básico) sino que hay otros tipos de hambres, de  las cuales no estamos muy conscientes, y que tenemos la necesidad de satisfacer. “Hambres” que conocerás en este escrito y te harán reflexionar 


"La gente tiende a creer que los demás solo tienen hambre de comida; que lo que  un individuo necesita para ser feliz es solamente alimento, ropa y vivienda (lo  básico)”.

Así de tajante empieza el psiquiatra brasilero Roberto Shinyashiki, la escritura del capítulo 3 titulado: HAMBRES, capitulo  que forma parte de uno de sus primeros emblemáticos libros, dedicado al tema de las caricias (La caricia esencial, así se llama), que escribió Shinyashiki a finales de la década del 90 y reactualizo en el 2016.

Roberto Shinyashiki, en La Caricia Esencial,  analiza cómo necesitamos los seres humanos dar y recibir  caricias, caricias que actúan como  “estímulos” que nos mantienen despiertos, motivados, vivos, con interés de crecer como personas y seguir adelante. 

Estas caricias no solo se clasifican en palabras dulces, abrazos, besos, afecto, piropos, reconocimientos, como usualmente las catalogamos, todo en positivo.

Según Shinyashiki, existen varios tipos de caricias o de estímulos, incluso algunos de carácter negativos, aunque nos parezca increíble!

 “Cualquier tipo de estímulo  hace que el individuo se sienta vivo”, afirma Shinyashiki en su libro.

 “Incluso, cuando  ese estimulo es negativo, es mejor que el abandono, es decir, no tener ningún estímulo, es mortal para el ser humano, así lo deja ver.

Y es aquí cuando Shinyashiki utiliza el símil  del “hambre” para explicar los tipos de estímulos o caricias que buscamos y necesitamos los humanos, y nos explica varios tipos de “hambres” que, según sus investigaciones, existen, y que  nos motiva a  movernos.

Hambres que van desde lo fundamental, lo básico, como la comida, la vivienda, la ropa; y otras “hambres” de estímulos/caricias, de las cuales no somos muy conscientes, pero que son reales, existen, están presentes, y son importantes que las conozcas.   ¡Y para eso estas aquí!

 Debemos recalcar que este importante escritor brasilero, psiquiatra, especialista en psicología del afecto,  autor de otros títulos interesantes, entre ellos: Misterios del Corazón; Amar  da  resultados; No temas Triunfar; deja claro en su libro “La caricia Esencial” lo siguiente:

“El poder genuino de satisfacer todas nuestras hambres, básicas y no,  está en nosotros mismos”. 

Por eso, conocer los tipos de hambres que sentimos, es un primer paso y aquí vamos.

TIPOS DE HAMBRES,MAS ALLA DEL ALIMENTO,ROPA COMIDA

Y  como decimos en el argot popular, “hemos  entrado en materia”, y para ello, te describiremos los tipos de “hambres” que este médico psiquiatra brasilero plantea y describe en su excelente libro La Caricia Esencial. 

                                            Y ahora sí! aquí están:

HAMBRE DE ESTIMULOS:

Todos necesitamos sentir sensaciones físicas y variar esas sensaciones para estimular los 5 sentidos. Roberto Shinyashiki describe en su libro algunas de estas hambres de estímulos, refiriéndose a cada uno de nuestros sentidos.  Aquí un resumen:

Boca: En cuanto al sabor, necesitamos comidas variadas.  Ojos: Necesitamos colores y formas, necesitamos luz, gente atractiva, colores dinámicos, o apacibles, que nos estimulen o nos calmen.  Oídos: En cuanto al sentido de los oídos, necesitamos el canto de los pájaros, música bonita, sonido del viento, voces de gente, risas etc.

Olfato: En cuanto a los olores, es algo muy personal, pero hay olores que enamoran.  Y, por último, el sentido del tacto. Una sábana suave (a quien no le gusta), un baño con agua tibia, un zapato confortable para caminar... y las manos de la persona amada. ¡Apetecibles! Claro que sí.

HAMBRE DE CONTACTO:

Esta es una de las principales “otras hambres”- aparte de lo básico- que Shinyashiki destaca. ¿A quien no le gusta un abrazo de hermano; una mirada fraternal; un guiño de ojos? Esa sensación de pertenecer a la especie humana que se manifiesta a través de un contacto físico es imprescindible para nosotros.

HAMBRE DE RECONOCIMIENTO:

Aquí Shinyashiki  vuelve hacer contundente al enfatizar que el ser humano no sobrevive a la indiferencia. “Todos necesitamos que nos reconozcan, es por ello que sentimos esa “hambre” de que las personas nos identifiquen, nos saluden, y nos concedan algún valor”, afirma este psiquiatra.  Así comamos súper bien, vistamos y vivamos en una casa bella, esta necesidad de sentir que tenemos valor para otras personas, que somos importantes, y que otras personas son importantes para nosotros; es parte de la naturaleza gregaria, de interdependencia humana que no podemos negar, y se traduce en  hambre de reconocimiento.

HAMBRE SEXUAL:

No lo llamamos hambre, pero el deseo sexual es un hambre natural. Es como comer. Según Shinyashiki, lo sexual se ha idealizado demasiado. Siempre soñamos vivir el hambre sexual como la más gloriosa historia de amor, entre príncipes, con encuentros amorosos espectaculares, que vayan más allá de una simple eyaculación.  Y la realidad, muchas veces es otra. Así este hambre crece y no se satisface, y seguimos intentándolo, así no lo reconozcamos. Es un hambre muchas veces interminable. 

HAMBRE DE ESTRUCTURAS:

Este es uno de los tipos de hambres más curioso que destaca el autor de La Caricia Esencial. Este psiquiatra asegura, que las estructuras son como puntos de referencia que nos hacen ver el mundo de una manera organizada, estructurada.  Por ejemplo, la ubicación de la cama de cierta manera, los horarios de trabajo, tiempo de ocio que podemos aprovechar.

Las referencias que nos indican lo permitido y no, lo correcto o no, son otros ejemplos.

Cuando perdemos esas estructuras, que funcionan como referencias, nos sentimos confundidos, indecisos,  y se prenden las alertas para activarnos a buscar alguna estructura (punto de referencia) que nos sirva de guía para desenvolvernos en la cotidianidad. Esta hambre de estructuras nunca cesa  y se reactualiza, piensa en esto.

HAMBRE DE ACONTECIMIENTOS:

Todos necesitamos de acontecimientos que nos traigan sorpresas, emociones, novedades. La rutina agota, porque nos sumerge en un hondo tedio.

Necesitamos la belleza y la fascinación de lo inesperado, así lo califica Shinyashiki, para agregar que la rutina, la repetición constante de cualquier cosa, por más placentera que sea, nos produce ansiedad, tedio.

Y es allí donde sentimos el hambre por algo nuevo, distinto, algo que nos traiga brillo, un lugar, una nueva actividad, otra forma de hacer las cosas, un nuevo grupo, un evento, conocer nuevas personas, cambiar de trabajo o modificar lo rutinario y un largo etcétera.

 ¡Listo!!  Hasta aquí la lista de las otras hambres.

Para finalizar, queremos recalcarte que todas estas hambres, así como la comida, se pueden manifestar con mayor o menos intensidad. 

Para Shinyashiki, “estas hambres varían de una persona a otra, cada quien con su apetito”, así  lo deja bien claro en su emblemático libro dedicado al tema de los “estimulos” y sus “hambres”, hambres  que nos mantienen vivos.


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